
Desde Barcelona a Sant Cugat en autobús
Si estás en Barcelona y quieres visitar alguna ciudad cercana, te recomendamos San Cugat, donde puedes imbuirte de la cultura románica de su Monasterio, pero también disfrutar de actividades al aire libre, y deportivas.
Para ir de Barcelona a Sant Cugat puedes utilizar el autobús de Moventis de la línea A4 desde Barcelona a Sant Cugat del Vallés, trayecto operativo entre las 7:35 y las 22:30 horas.
Sant Cugat se ha ido transformando sin perder nunca su personalidad, el Monasterio sigue siendo el centro y el punto neurálgico de la villa.
Es un monasterio señorial con aire enigmático que tiene mucha historia que enseñarnos.
Monasterio de Sant Cugat del Vallés
Supone la sede de los primeros romanos de Cataluña en una fortificación o Castrum Octavianum , que hacía las funciones de campamento militar.
Fundado en el siglo IX, hoy en el siglo XXI sigue siendo una pieza fundamental dentro de los edificios del Vallés Occidental.
Hasta tal punto es importante el Monasterio que San Cugat del Vallés es conocida como la ciudad del Monasterio.
El resultado del Monasterio es la unión de una basílica paleocristiana del siglo V con una fortificación militar cercana y una pequeña comunidad de monjes.
Está constatado que el Monasterio existió en el año 877, tal como lo hemos conocido en la actualidad, puesto que el propio emperador carolingio Carlos el Calvo confirmó los bienes existentes en el Monasterio. En 878, su sucesor Luis II lo ubicó bajo el dominio de los obispos de Barcelona y hasta 973, quince abades lo dirigieron.
El esplendor máximo del Monasterio se dio en el siglo X, cuando se acercaban a él multitud de personas a pedir empleos a cambio de comida o dinero.
En la época del abad Odón, el Monasterio alcanza su culminación. El abad se comportaba como un auténtico señor feudal, guerrero y religioso a la vez.
La tierra fértil del Vallés ayudó en los siglos posteriores, siglos XI al XIII, a hacer del Monasterio una rica propiedad. Además, los abades de esa época pertenecían a linajes nobles altos y medios y por la proximidad a la ciudad de Barcelona, en esa época de gran importancia social, económica y cultural colaboran para participar en la expansión territorial de la provincia de Barcelona. A mediados del siglo XII comenzaron los trabajos de construcción de un nuevo monasterio. Y de esta época también se hallan las galerías bajas del claustro además de la parte románica de la iglesia. Mientras que a lo largo del siglo trece, la iglesia existente se amplió en una obra que duró hasta 1337.
En la época de Jaime I se mantenían las buenas relaciones del monasterio con la casa condal mediante algunos privilegios, con la intención de convertir el monasterio en contrapoder al obispo y la sede de Barcelona. Hasta el año 1350 no comenzaron las obras de fortificación que podemos ver ni algunas torres de guardia o el acueducto para el abastecimiento de agua, que aún hoy se conserva como el puente de Can Vernet. Sin embargo, el fin de este siglo significó el declive del Monasterio de Sant Cugat del Vallés, coincidiendo en un momento histórico en el que los abades pasaron a ser nombrados por el Papa o los reyes y no por la comunidad como hasta entonces.
En el siglo XV, se construyeron las galerías superiores del claustro, el pórtico que lo precedió y las partes superiores del campanario y, posteriormente, en el siglo XVIII se reformó el palacio de la abadía, en el que se instaló una nueva sala capitular. Poco a poco se redujo la comunidad de monjes, marcando el año 1835 como un punto de inflexión en su historia. Ese año, los monjes abandonaron el monasterio y todo su rico tesoro documental y artístico, que se perdió en gran medida. La causa no era otra que la ley de confiscación que obligaba a las órdenes religiosas a abandonar sus pertenencias. Desde 1844 hasta 1931, el Monasterio de Sant Cugat del Vallés se utilizó como escuela pública, más tarde también como cuartel improvisado e incluso como ayuntamiento. Y diferentes elementos arquitectónicos del mismo fueron distribuidos, vendidos o literalmente robados.
En 1931 fue declarado Monumento Histórico Artístico y comenzaron las obras de restauración, interrumpidas por la Guerra Civil, que se reanudaron en 1941. De 1968 a 1972, la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma de Barcelona se instaló en el claustro y en los edificios anexos, hasta que en la década de los 80, se dispuso que el Monasterio de Sant Cugat del Vallés cumpliera su función actual: un lugar de interés y visita obligada en este municipio.
Sant Cugat, un brillante entorno natural
El color más predominante en Sant Cugat es el verde, es una ciudad verde que invita a oxigenarse, a respirar.
Y esto lo puedes hacer con determinadas actividades de senderismo y cicloturismo que el Ayuntament de Sant Cugat te recomienda. Así:
- Primero, descárgate la APP de Natura local, en la que podrás optar por cuatro itinerarios distintos de una hora y media de duración aproximadamente
- Respecto al senderismo a pie, la web Visit Sant Cugat te posibilita la descarga de un pdf con ocho itinerarios detallados.
- Hay cada domingo itinerarios guiados para conocer la naturaleza del Parque Natural de Collserola
- Puedes hacer el Camino de los Monjes, trayecto de 25 Km que comunica los municipios de Sant Llorenç, Matadepera, Terrassa, Sant Quirze y San Cugat.
- Camino de Santiago es otra posibilidad, ya que esta ruta internacional pasa por Sant Cugat
- Vallès Natural, GR 17 – etapa 2, que trascurre desde Santa Maria de Barberà a Sant Cugat en un total de 7,7 km.
En cicloturismo, existen tres itinerarios que terminan en una estación de tren, de Cercanías-Renfe o de FGC. Para hacer los itinerarios hay indicaciones que corresponden a la señalización de pistas del parque, que se encuentran en las señales verticales de cada cruce. Descarga el PDF de cicloturismo en Sant Cugat
Recuerda que puedes hacer este y otros viajes en bus a través de Moventis, y puedes recargar tu tarjeta de forma online en nuestra web.