
Platja D’Aro es un destino turístico de los más populares dentro de la Costa Brava por su oferta de ocio y actividades al aire libre, pero en el municipio también se pueden encontrar joyas de gran valor patrimonial como el conjunto histórico del núcleo antiguo de Castell D’Aro.
Los alrededores de la iglesia y castillo de Castell D’Aro conservan la estructura que tuvieron sus calles y casas durante los siglos XVI y XVIII, lo que hace que sean lugares con especial encanto.
Anteriormente a 1858 el municipio de Platja y Castell D’Aro estaba incluido en un conglomerado junto con Santa Cristina D’Aro, Romanyà, Solius y Bell-Lloc D’Aro, pero a partir de esa fecha se escindió formando la población con ese nombre.
El núcleo histórico de Castell D’Aro se corresponde con los alrededores del Castillo de Benedormiens que se construyó en el siglo XI y cuenta también con la iglesia de Santa María de estilo gótico con una sola nave.
El Castillo de Benedormiens en Castell D’Aro
El castillo custodiaba desde el año 1041 el monasterio de Sant Feliu de Guixols y protegía la zona del saqueo al que era sometida por vía marítima.
Las casas adyacentes a este lugar pertenecen a épocas pasadas (siglos XVI y XVIII) manteniéndose el aspecto rural de antaño sin haber sido contaminado por construcciones más modernas.
Los datos obtenidos afirman que en el año 1041 se estableció que el Castillo de Benedormiens fuera custodiado tanto de día como de noche por “gentes de a pie y a caballo”, entregado al abad del Monasterio de Sant Feliu de Guixols y a los monjes a perpetuidad.
Así se establecía para proteger la zona de las incursiones musulmanas mediante la guarnición que se mantendría a tal efecto.
La fortaleza pasó por diversas vicisitudes históricas, con diversas querellas entre la Iglesia y nobles catalanes, perteneciendo, según los tiempos, a la orden religiosa, en otras ocasiones a particulares y más tarde al cabildo de Gerona.
El castillo fue quemado en el año 1462 y luego sufrió una explosión en 1879 debido a unos cartuchos de dinamita que se encontraban en su interior.
A la sombra de la fortaleza y la iglesia de Santa María, creció la población de este núcleo urbano construyendo sus viviendas con los elementos arquitectónicos de aquellos años, formando un paisaje que se ha mantenido hasta nuestros días, a pesar de encontrarse tan cerca de la costa.
La iglesia de Santa María fue en principio un templo románico que data del año 1068; durante el siglo XIII se constituyó coma capilla de Catell D’Aro.
El monumento que ahora se puede apreciar es de construcción gótica con elementos barrocos dada su reforma llevada a cabo entre 1762 y 1784.
Las fachadas de estas construcciones conservan dinteles, ventanales y paramentos, así como el pavimento de sus calles resulta el adecuado para todo el recinto sin contraste alguno con otros edificios colindantes.
Restauración del núcleo medieval
A partir de 1970 se llevó a cabo la restauración del Castillo de Benedormiens para poner al descubierto la primera edificación que, en sucesivas etapas históricas, sufrió modificaciones con la inclusión de algunos aditamentos posteriores.
Se reconstruyeron las partes más dañadas, se abrieron huecos antiguos, restaurado la puerta dovelada de levante y la ventana gótica lobulada.
También se dio más fortaleza a las bóvedas y a aquellos elementos que imprimen carácter a la edificación.
Dentro del término municipal de Castell y Platja D’Aro se pueden encontrar menhires como el de Sa Pedra Aguda y el de Mas de la Font.
Además de lo ya descrito, existen masías de gran belleza, algunas incluso con su torre de defensa de planta circular, que fueron levantadas a lo largo del siglo XVI cuyo propósito era defenderse de los ataques de los piratas bereberes.
También se puede encontrar dentro del núcleo histórico de esta población otros restos de fortificaciones, como murallas y torres.
Este entorno tan espectacularmente cuidado se ha declarado Bien de Interés Nacional por parte de la Generalitat de Catalunya.
La magia de pasear y conocer Castell D’Aro
Adentrarse en Castell D’Aro es volver las miras a la Edad Media por la ejemplar conservación de su patrimonio artístico y la forma como se ha llevado a cabo su restauración.
Debido a toda esta infraestructura, en el mes de agosto existe un mercado medieval que resulta muy auténtico dado el entorno que lo rodea y que supone otra atracción turística más.
En esta feria se pueden ver talleres en los que enseñan cómo se realizaban algunos oficios de aquella época, gastronomía, juegos infantiles, etc. También se venden productos hechos a mano, espectáculos basados en el modo de vida de la Edad Media y otras actividades igualmente interesantes.
Es un buen lugar para visitar y conocer acompañado de los más pequeños a los que llama poderosamente la atención atracciones como la cetrería, el soplado de vidrio, ver hilar con procedimientos de la época entre otros.
Este año de 2019 la feria medieval tendrá lugar en el casco histórico de Castell D’Aro entre los días 24 y 25 de agosto.
Moventis tiene una flota de autobuses con destinos en toda Cataluña
Moventis, siempre a la vanguardia del transporte de viajeros por carretera, ofrece varias rutas para visitar Platja D’Aro y su entorno, con autobuses que salen desde Barcelona y su aeropuerto y cuentan con parada aquí.
Otras líneas de autocares parten de Gerona y también cuenta entre sus destinos parciales con Castell D’Aro.
No hay excusas para no acercarse a este entorno turístico privilegiado y pasar unas merecidas vacaciones con todo tipo de atractivos comenzando por la zona medieval.
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